El mundo de la música se encuentra repleto de historias fascinantes y conexiones inesperadas entre artistas de diferentes géneros y culturas. Una de estas historias es la amistad y colaboración entre el virtuoso guitarrista estadounidense Al Di Meola y el legendario Paco de Lucía, un encuentro que no solo transformó sus trayectorias individuales, sino que también dejó una huella indeleble en la historia de la música flamenca y jazz fusión. Al hablar con Al Di Meola, se puede percibir la profunda admiración que siente por su amigo y colega, así como el impacto que la música española tuvo en su carrera.
Primeros encuentros con el flamenco
La introducción de Al Di Meola al flamenco se remonta a su infancia. Creció en un vecindario donde conoció a Sabicas, un pionero de la guitarra flamenca, quien se convirtió en una influencia crucial. “Sabicas vino a una fiesta de nuestro patio trasero”, recuerda Di Meola, “y eso despertó mi interés por el flamenco.”
A lo largo de su vida, Di Meola ha señalado cómo este primer encuentro fue solo el comienzo de su fascinación por un estilo musical que combina técnica y emoción. La esencia del flamenco, con su rica tradición y su improvisación apasionada, contrastaba con la estructura más rígida de la música clásica, lo que lo llevó a explorar más este género.
La llegada a España y el descubrimiento de Paco de Lucía
Durante su primera gira europea con Chick Corea a los 19 años, Di Meola llegó a España y escuchó hablar por primera vez de Paco de Lucía. “Todo el mundo hablaba de esta nueva sensación, y yo, curioso, compré todos sus discos disponibles en El Corte Inglés”, dice. “Cuando regresé a casa, no podía dejar de escucharlos”. Esta búsqueda no solo le brindó un nuevo repertorio musical, sino que también lo acercó a un artista que revolucionaría su forma de tocar.
La primera colaboración con Paco de Lucía
El primer contacto entre Al Di Meola y Paco de Lucía ocurrió cuando Di Meola tuvo la idea de grabar la pieza Mediterranean Sundance. “Supe que Paco era técnicamente brillante y que su ritmo se alinea perfectamente con las influencias latinas que llevaba”, explica. Al juntarse en el estudio, la química fue inmediata, pese a que al principio Paco estaba nervioso y buscaba expandir su horizonte musical más allá del flamenco tradicional.
“Recuerdo que estaba tan nervioso que apenas hablaba inglés”, dice Di Meola. “Pero una vez que comenzó a tocar, todo cambió”. La fusión de sus estilos creó una melodía que resonó en todo el mundo y que cimentó su amistad y colaboración artística.
La magia de los conciertos en San Francisco
El éxito de su primera colaboración llevó a Di Meola, Paco de Lucía y John McLaughlin a realizar una gira que culminaría en el histórico disco Friday Night in San Francisco. Durante esos conciertos, la energía entre los tres guitarristas era palpable. “Lo que hicimos fue más que tocar música; era una competencia amistosa donde cada uno quería impresionar al otro”, comenta Di Meola.
- La gira abarcó varios países europeos, incluyendo Escandinavia, Alemania, Italia y, finalmente, Estados Unidos.
- A lo largo de dos meses, la dinámica entre los guitarristas se fortalecía cada noche, mejorando su técnica y sus ideas musicales.
- El público, que a menudo no conocía el flamenco, se convirtió en un testigo privilegiado de su evolución, contribuyendo con su energía a cada actuación.
“El éxito llegó sin que tuviéramos que pelearlo”, dice. “Era una experiencia mágica que resultó en un álbum que vendió más de siete millones de copias, algo excepcional para un disco en vivo”.
La influencia de Chick Corea y la música latina
Di Meola también destaca la influencia de Chick Corea en su aproximación al sonido español y la música latina en general. “Chick fue un pionero al fusionar jazz y ritmos latinos, y eso me abrió los ojos a nuevas posibilidades”, explica. “Su habilidad para tocar contra la clave y su comprensión del ritmo fueron elementos que me impactaron profundamente”.
En su carrera, Di Meola ha intentado capturar la esencia de estos ritmos en sus composiciones, llevándolos a un público más amplio y creando un puente entre diferentes estilos musicales.
La evolución del trío y su legado
Después de su primera colaboración y de la exitosa gira, Di Meola, De Lucía y McLaughlin continuaron creando música juntos, pero también se aventuraron en proyectos individuales. “Estábamos tan ocupados con nuestras propias carreras que, aunque había un deseo de seguir tocando juntos, a menudo no era posible”, reflexiona Di Meola. “Sin embargo, cada uno de nosotros dejó un legado musical impresionante”.
La importancia de su trabajo conjunto es innegable. Cada uno aportó su singularidad a la guitarra, creando un sonido que fue revolucionario en su momento y que todavía resuena en la música contemporánea.
El impacto de Paco de Lucía en la música y en Al Di Meola
La influencia de Paco de Lucía en la música de Al Di Meola es profunda y multifacética. “Aprendí de él que el flamenco es más que una técnica; es un sentimiento, una cultura que rebosa emoción y energía”, dice Di Meola. “Cuando escuchas a Paco, no solo oyes su técnica, sino la esencia de su ser”.
El legado de Paco de Lucía es vasto, y su capacidad para innovar dentro del flamenco lo ha colocado como una de las figuras más importantes en la música mundial. “Su valentía para salir de su zona de confort y explorar nuevos horizontes musicales es algo que siempre admiraré”, añade Di Meola.
Recuerdos y reflexiones sobre la amistad
A lo largo de su amistad, Di Meola y De Lucía compartieron no solo escenarios, sino también momentos personales que fortalecieron su lazo. “Con Paco, sentí una conexión más cercana, más como hermanos”, recuerda Di Meola. “Hicimos cosas fuera de la música, jugamos, compartimos risas y también desafíos”.
- Recuerda con cariño las largas noches de gira jugando a cartas, donde la competencia se volvía intensa.
- Las anécdotas de su amistad, llenas de risas y desafíos, son parte de un legado que trasciende la música.
- El respeto y la admiración mutua que compartían por su arte y su dedicación a la música fueron fundamentales en su relación.
La tristeza de la pérdida y el legado que perdura
La muerte de Paco de Lucía fue un momento desgarrador para Al Di Meola, que refleja el dolor de perder a un amigo y colega. “Fue un shock total. Me hubiera gustado estar allí, pero pude rendir homenaje en el festival que lleva su nombre en Algeciras”, dice. “Ver su tumba fue un momento emotivo que jamás olvidaré”.
Di Meola sigue llevando el legado de Paco en su corazón. “Todos los días pienso en él y en la música que creamos juntos”, concluye. “Paco fue más que un guitarrista; fue un innovador que cambió la forma en que entendemos el flamenco y la música en general”.



























