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Ramón El Portugués 1948–2025 el cante extremo auténtico

La historia del flamenco está llena de figuras que han dejado una huella imborrable en su evolución. Uno de esos artistas es Ramón “El Portugués”, un cantaor cuyo legado trasciende el tiempo y que, más allá de su muerte, permanece vivo en la memoria de quienes han tenido el privilegio de escucharle. Su cante, lleno de verdad y emoción, es un testimonio del auténtico arte jondo.

Un legado familiar en el flamenco

Ramón Suárez Salazar, conocido artísticamente como Ramón “El Portugués”, nació en Mérida en 1948 en una familia profundamente arraigada en el mundo flamenco. Su legado no solo se limita a su carrera individual, sino que también forma parte de una rica tradición artística familiar. Su conexión con el flamenco es evidente, siendo sobrino del legendario Porrina de Badajoz y hermano del cantaor Guadiana.

La influencia de su linaje se manifiesta en su estilo y en su compromiso con la autenticidad del cante. Esta herencia lo unió a otros artistas destacados como Juan José “Paquete” Suárez, un reconocido guitarrista que también dejó su marca en el mundo del flamenco. El entorno familiar de Ramón proporcionó un contexto musical que lo impulsó a desarrollar su talento desde una edad temprana.

Inicio de una carrera brillante

Desde joven, Ramón comenzó a mostrar su destreza en los tablaos madrileños, donde su voz resonaba con fuerza y emoción. Espacios como Las Cuevas de Nemesio y Torres Bermejas se convirtieron en los escenarios que le dieron visibilidad. Fue en estos lugares donde tuvo la oportunidad de compartir el escenario con grandes del flamenco, como Camarón de la Isla y Paco Cepero, lo que le permitió aprender y crecer artísticamente.

Su primera experiencia internacional llegó a los 19 años, cuando fue parte de un elenco flamenco que viajó a Japón. Esta aventura no solo amplió su horizonte artístico, sino que también le ofreció la oportunidad de llevar su música a nuevas audiencias. Más tarde, su participación en el Ballet Nacional de España y el grupo de El Güito le permitió seguir expandiendo su carrera, llevándolo a escenarios de todo el mundo.

Contribuciones al arte flamenco

A lo largo de su carrera, Ramón fue un habitual en algunos de los tablaos más emblemáticos de España, como Los Canasteros y Café de Chinitas. En la década de los 80, su participación en la Cumbre Flamenca de Madrid marcó un hito en su trayectoria, donde representó con orgullo los cantes de Extremadura, especialmente los jaleos y tangos.

Su interpretación de estos palos es un claro ejemplo de su habilidad para combinar la garra, el compás y la dulzura. Ramón no solo cantaba, sino que transmitía una profunda emoción que conectaba con el público, creando un vínculo especial a través de su arte.

Grabaciones icónicas

A lo largo de su trayectoria, Ramón dejó un legado discográfico que incluye varias grabaciones significativas. Entre las más destacadas se encuentran:

  • Gitanos de la Plaza (1992): Un álbum producido por Nuevos Medios que cuenta con colaboraciones de renombrados artistas como Tomatito y Pepe Habichuela.
  • Canta Ramón el Portugués (2006): Un trabajo más introspectivo que se centra en su repertorio tradicional, mostrando su conexión con las raíces del flamenco.
  • Jaleo (2014): Este álbum, realizado junto a su hermano Guadiana, rinde homenaje a los cantes de Badajoz, incorporando temas que reflejan su herencia cultural.
  • Archivo de Flamenco Vol.17: En esta recopilación, Ramón homenajea los aires flamencos de Extremadura, reafirmando su compromiso con la preservación del folclore.

Reconocimiento y homenajes

La generosidad y humildad de Ramón lo hicieron querido entre artistas de todas las generaciones. En 2015, celebrando sus 50 años de carrera, recibió un emotivo homenaje en Madrid, donde amigos y compañeros como Enrique Morente y Diego el Cigala rindieron tributo a su legado. Este reconocimiento no solo subraya su impacto en el flamenco, sino también su influencia en la comunidad artística.

Otros homenajes importantes incluyeron un evento en el tablao Cardamomo en 2005, así como el ciclo Flamenco Real, que lo celebró como una figura clave en la música flamenca. Estos tributos reflejan la admiración que genera su obra y su impacto duradero en el género.

La esencia del cante de Ramón “El Portugués”

Ramón “El Portugués” es recordado no solo por su talento excepcional, sino también por su capacidad para transmitir la esencia del cante flamenco. Su autenticidad lo convirtió en un referente para muchos, y su dedicación a mantener vivo el cante extremeño es un testimonio de su amor por el arte. A pesar de no haber buscado la fama, su voz resonaba con tal fuerza que dejó una marca indeleble en la historia del flamenco.

El flamenco ha perdido a uno de sus grandes, pero la herencia musical de Ramón vive en los jaleos de su tierra, en los discos que grabó y en la memoria de quienes supieron apreciar su arte. Su cante, con su mezcla de ronquera, dulzura y desgarradora emoción, seguirá siendo una fuente de inspiración para las futuras generaciones de artistas.