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El compás de Jesús Méndez inunda las tablas de baile

La música flamenca, en su esencia más pura, se vive en cada rincón de Andalucía, pero hay lugares que parecen vibrar con un compás especial. La Peña Flamenca Torres Macarena, en Sevilla, es uno de esos espacios donde el arte jondo toma vida. El 17 de mayo de 2025, un evento significativo marcó el corazón de sus asistentes, pues Jesús Méndez, uno de los cantaors más destacados del panorama flamenco actual, ofreció un recital que dejó huella.

El encuentro con Jesús Méndez

La noche se presentaba prometedora. Jesús Méndez, acompañado por el virtuoso de la guitarra Pepe del Morao, y respaldado por las palmas inigualables de Diego Montoya y Manuel Salado, llenó el espacio con la fuerza de su arte. La expectación era palpable, y el aforo completo convirtió la Peña en un hervidero de emociones. Muchos amantes del flamenco se quedaron en la puerta, ansiosos por escuchar las notas que prometían resonar en sus corazones.

La carrera de Jesús Méndez ha sido un viaje de evolución constante. Desde sus inicios, ha sabido amalgamar la tradición con un enfoque fresco y personal, lo que le ha permitido destacar en un ámbito donde la competencia es feroz. En esta ocasión, su interpretación no solo mostró su dominio del cante, sino que también reflejó su profunda conexión con el público, un aspecto fundamental en el flamenco.

La magia del cante flamenco

El recital comenzó con cantes tradicionales que resonaron con fuerza. Jesús Méndez abrió el espectáculo con martinetes y tonás, rindiendo homenaje a la rica herencia del flamenco. Estas formas musicales, que demandan una gran habilidad técnica y emocional, son el corazón del arte jondo. Su interpretación fue un viaje a las raíces del flamenco, donde cada nota se sintió como un suspiro del alma.

La mezcla de alegrías, malagueñas y soleá que siguió dejó claro que Jesús es un cantaor de Jerez en toda su esencia. La autenticidad de su voz resonó con la historia del flamenco, mientras que la guitarra de Pepe del Morao complementaba cada frase con una elegancia y precisión inigualables.

  • Pepe del Morao: Su toque es conocido por su limpieza y belleza, lo que le permite acompañar a Jesús sin opacar su voz.
  • Diego Montoya y Manuel Salado: Son palmeros de renombre, capaces de elevar el compás del cante con su talento.
  • Interacción con el público: La habilidad de Jesús para conectar con la audiencia es notable; sabe cuándo invitar a los «oles» y cuándo permitir que el silencio hable.

La respuesta del público y el interludio

La primera parte del recital dejó una sensación de satisfacción y alegría en el aire. Las voces del público no se hicieron esperar, llenando la sala de «oles» en los momentos más emotivos. Este jaleo, que es una parte integral del flamenco, no solo refleja la apreciación, sino que también se convierte en un diálogo entre el artista y su audiencia.

El intermedio fue una oportunidad para que los asistentes compartieran impresiones sobre el recital. Las conversaciones se multiplicaron, con elogios fluyendo entre los aficionados, quienes celebraban la maestría de Jesús. Este momento de conexión, en el que el arte se discute y se vive, es fundamental para entender el flamenco como un fenómeno social y cultural.

El clímax del recital: seguiriyas y la conexión emocional

La segunda parte del recital trajo consigo un aumento en la participación del público. Jesús comenzó con seguiriyas, una forma de cante que se caracteriza por su profundidad emocional. Era evidente que el artista sabía lo que la audiencia anhelaba escuchar; su capacidad para leer el ambiente es parte de su magia.

La elección de seguiriyas, junto con homenaje a figuras como Chiquetete y Bambino, demostró la versatilidad de Jesús. Su interpretación de tangos y cuplés fue un guiño a la tradición, mostrando que el flamenco se nutre de diversas influencias. Esta conexión con el pasado, combinada con su estilo único, crea una experiencia inolvidable para todos los presentes.

La despedida por bulerías

Para cerrar la noche, Jesús Méndez ofreció un homenaje a Jerez a través de las bulerías, un estilo que invita a la celebración y al baile. La atmósfera se tornó festiva, y la energía que emanaba del escenario era contagiosa. Muchos en la Peña Torres Macarena se dejaron llevar, bailando con el compás que resonaba en sus almas.

La experiencia del recital no solo fue un espectáculo musical, sino un viaje emocional donde cada asistente se sintió parte de algo más grande. La magia del flamenco se vive en esos momentos, donde la música une a las personas y se convierte en un lenguaje universal.

Ficha artística del evento

El recital de Jesús Méndez en la Peña Flamenca Torres Macarena fue un ejemplo perfecto de la grandeza del flamenco. A continuación, se detalla la ficha artística del evento:

  • Fecha: 17 de mayo de 2025
  • Localización: Peña Flamenca Torres Macarena, Sevilla
  • Cante: Jesús Méndez
  • Toque: Pepe del Morao
  • Palmas: Diego Montoya y Manuel Salado

Jesús Méndez sigue siendo un referente en el mundo del flamenco, y su dedicación y pasión por el arte son palpables en cada actuación. Su capacidad para conectar con el público y rendir homenaje a la tradición, mientras mantiene un enfoque fresco, lo convierte en un artista imprescindible en la escena flamenca actual. La Peña Flamenca Torres Macarena, con su ambiente único y su rica historia, es el escenario perfecto para que el flamenco siga floreciendo en todas sus formas y matices.